Porque de acuerdo a mi experiencia las mujeres, en algún periodo de nuestras vidas y por distintas razones, tenemos quiebres existenciales que se manifiestan con mucho dolor, sensación de vacío y falta de sentido. Cansadas de haber vivido, toda una vida, operando en un
sistema de creencias regido por valores
masculinos y negando la propia
naturaleza femenina para encajar, necesitan un espacio especial de reconexión que puede alcanzarse con un trabajo individual o grupal.
Individualmente, el coaching nos ayuda a tomar conciencia de las creencias que guían nuestro comportamiento, y a descubrir qué es lo que nos importa de verdad para recuperar el sentido más profundo de la vida, también nos ayuda a encontrarnos con lo que necesitamos que se exprese y a ampliar nuestra mirada para tener una gama mayor de posibilidades de acción, y a aumentar nuestro poder personal.
En los talleres con mujeres aparece una complicidad ancestral que nos conecta con
nuestro propósito vital. El sentirse
genuinamente acogidas, en un espacio con
otras mujeres que comparten vivencias,
crea un contexto propicio para la transformación. Un cuidadoso diseño busca la validación de sus emociones e intuición; invita a un contacto profundo con su naturaleza femenina y los mensajes de
su espíritu, para facilitar el crecimiento personal y la ampliación de la conciencia.
En mi propuesta, el viaje de transformación personal se realiza desde el coaching ontológico tradicional, profundizado su dimensión corporal e incorporado una dimensión transpersonal, que busca abrazar la naturaleza femenina y redescubrir el lazo vital que une a la Tierra y al Universo.
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